Volvemos un año más a Lisboa aunque solo sea por un día. Estamos a mediados de julio y hace un calor insoportable, de estos que hacen que te cueste respirar (y más con mascarilla), menos mal que empezamos a estar inmunizados a las altas temperaturas gracias al invento del verano: un difusor de agua con ventilador que nos está dando la vida (y al peque mucho más).
Puedes llegar a Lisboa de muchas maneras, pero si vas en coche y tienes la opción, atraviesa el Puente 25 de Abril, es uno de los principales iconos de la ciudad y sus vistas al estuario del río Tajo son un espectáculo.
Por si no lo sabes, el nombre del puente es una fecha histórica para Portugal, pues dio comienzo a la Revolución de los Claveles de 1974; considerada una de las últimas revoluciones románticas, restauró la democracia de una manera tan singular, como ahora impensable, sustituyendo cañonazos por claveles. De hecho, hace poco tuve la suerte de escuchar por primera vez el himno de la revolución, Grândola, Vila Morena, de Zeca Afonso y se me pusieron los pelos de gallina, ¡qué emoción de canción por favor! Todo un himno por la libertad que merece ser recordado. Como recomendación, póntela bien alto en Spotify.
Llegada a Lisboa (que me voy por las ramas)
Una vez cruzamos el Puente del 25 Abril seguimos las indicaciones hacía Belém y la plaza de Comercio o Terreiro do Pazo. En las últimas visitas hemos podido aparcar sin problema por la zona de la Casa dos Bicos en el barrio de Alfama.
Rua Augusta
Nuevas atracciones turísticas en el río Tajo
Lo extraordinario de esta ciudad -que me tiene enamorada- es que siempre te sorprende con algo nuevo, y en esta ocasión, la zona donde habitualmente dejábamos el coche está completamente reformada. Entre otras cosas han ampliado las aceras, ya no se puede aparcar, y han construido un parking (Campo das Cebolas) donde sin pensárnoslo dejamos el coche. Aviso para conductores infraganti, no es barato, pero hay que tener en cuenta que estás aparcando en el meollo de la ciudad (zona Baixa).
Nada más salir del parking nos damos cuenta de que el espacio arbolado, los peatones y las vistas sobre la ciudad y el río han recuperado la prioridad al coche, ¡qué gran acierto!
Toda la zona luce su mejor cara. Poco a poco están mejorando el patrimonio y la identidad de Lisboa situándola en el top ten de ciudades con más encanto de Europa.
Desde aquí, para moverte por la ciudad en un transporte sobre ruedas tienes infinitas posibilidades desde alquilar patinetes eléctricos, que no sé yo cómo funcionarán en la zona de cuestas, motos eléctricas, el tranvía, tuk-tuks…
Parking del campo das Cebolas con la casa de los Bicos al fondo
Una visita a la Estación Sul Sureste
En esta ocasión, son las instalaciones que tienen que ver con el río Tajo las que se han remodelado. Han creado un centro de turismo marítimo que refleja la rica historia de la ciudad con la rehabilitación de la estación Sul Sueste, inaugurada en 1932 y diseñada para conectar Lisboa con Barreiro, es además, un ejemplo extraordinario de arquitectura modernista en Portugal.
El edificio reformado cuenta también con el Centro Tajo donde destaca la sala en la que se muestra el efecto de las mareas en la vida del estuario, su vida silvestre, y hologramas de personas relacionadas con el río. La entrada es gratuita y está abierta al público todos los días de 10 a 19 hrs.
Estação Sul e Sueste_©ATL
Centro Tajo ©ATL
La Doca da Marinha
También ha pasado por un proceso de rehabilitación por primera vez en su historia. Se ha creado un gran espacio abierto para el disfrute de todos con excelentes vistas de la ciudad y el río. Incluye un carril bici, quioscos, terrazas, áreas de ocio, un lugar para eventos culturales y pontones flotantes para acoger embarcaciones. No lo dudes y acércate al Terreiro do Paço para descubrir todas estas novedades.
Plaza de comercio o Terreiro do Pazo
Itinerario (de algunos imprescindibles) para papás con carrito
Os dejo a grandes rasgos un itinerario súper bonito de un día por Lisboa para todos aquellos que ya la conozcáis, pero queráis volver a descubrirla tranquilamente, sin prisas, saboreando sus rincones, sus tiendas y calles.
Como decía al principio además este recorrido se puede hacer perfectamente con una sillita de bebé, es cierto que en algunos momentos costará algo más empujarlo, pero todo tiene su recompensa.
El Arco del Triunfo desde donde contemplar una panorámica preciosa
Empezamos desde Baixa- Plaza de Comercio atravesando el Arco del Triunfo que conecta con la rua Augusta, una de las principales arterias de la ciudad. Si tienes tiempo merece la pena subir al arco pues ofrece unas vistas panorámicas inmejorables. Continua por la rua Augusta disfrutando de sus tiendas y de sus edificios más emblemáticos hasta la plaza del Rossio.
Rua do Carmo con el puente que une el elevador de Santa Justa y la plaza do Carmo
Desde aquí subiremos hacia Chiado, por la rua do Carmo. Es una calle bastante empinada y por eso estrategicamente colocado se encuentra el mítico ascensor de Santa Justa que te sube hasta la plaza de Carmo donde se encuentra el Monasterio do Carmo, un antiguo templo gótico con el techo derruido tras el terremoto de 1755. Una vez llegamos a Chiado cogemos la Rua Garrett donde se encuentra la famosa cafetería A Brasileira y la estatua del poeta Fernando Pessoa.
Una de las bocacalles antes de coger la desviación al mirador
Desde aquí seguimos subiendo, pasamos la plaza de Luis Camões hasta uno de los miradores más bonitos de Lisboa, el Mirador de Santa Catalina.
Mirador del Jardin de Sao Pedro de Alcântara con vistas al castillo
Continuamos nuestro recorrido por las calles de Bairro Alto, hasta otro de los miradores que no puedes dejar de visitar, el Jardin de Sao Pedro de Alcântara. Desde aquí comenzamos la bajada pasando por el elevador la Gloria, con el pintoresco tranvía amarillo y la calle llena de grafitis. Seguimos bajando por el Largo Trinidade una de las calles más bonitas (para mi gusto) de la ciudad.
La famosa Pink Street
Continuamos hacia Baixa, hasta la Pink Street una de las calles más instagrameables de Lisboa, paramos a tomar algo en el Time Out Market de Lisboa que es una especie de Mercado de San Miguel en Madrid pero mucho más asequible y grande y emprendemos de nuevo nuestro camino hasta el coche pasando por la Cámara Municipal (el Ayuntamiento), y la preciosa Plaza de Comercio donde nos acercamos hasta la Estación Sul Sureste y La Doca da Marinha.
Si te quedas con ganas de andar un poco más, ni que decir tiene que el barrio de Alfama, donde se encuentra la Sé de Lisboa (la catedral) y el castillo de San Jorge, es súper auténtico y merece 100% la pena, pero si vas con carrito quizás te compense coger el tranvía 28 o el 12, que sale desde la Plaza Martim Moniz.
