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Setúbal, playas de Troia, Comporta y mucho más. Destinos que son un verdadero tesoro.

Este año con todo el tema de la pandemia, nos apetecía ir de vacaciones a alguna ciudad pequeñita con playa, a poder ser no muy abarrotada de gente, y que contara con atractivos cercanos para poder hacer alguna excursión de día.

Viajamos con baby, ¡por primera vez! y cómo no queríamos meterle mucha tralla de coche preferimos decantarnos por un destino relativamente cercano a Madrid. Después de darle vueltas y mirar alternativas, llegamos a la conclusión de que el sitio perfecto era Setúbal. ¡Y qué gran acierto!

Nos encanta Portugal, lo hemos recorrido de sur a norte y de norte a sur varias veces, pero decidimos apostar por Setúbal porque está situado estratégicamente entre dos sitios que me tienen enamorada.

Por una parte, Lisboa, me encanta desde que estuve de Erasmus y solo me trae buenos recuerdos. Y por otra, la península de Troia, un destino que yo llamo (sin exagerar) el caribe portugués y que es el enclave perfecto para desconectar, relajarse y disfrutar de tardes interminables en la playa.

Setúbal en el mapa ¿lo ubicas?

La costa de Setúbal es menos conocida que Cascais y Estoril, y ésto lo convierte en un verdadero tesoro. Para quien no ubique Setúbal en el plano, al este tiene el impresionante Parque Natural de la Sierra da Arrábida (la reserva biogenética por excelencia de la costa portuguesa), al oeste el Estuario do Sado y al sur las playas caribeñas de la Península de Troia. Además está a unos 40minutos en coche de Lisboa. ¿Se puede pedir más?

 

Del caracter industrial al destino turístico

Setúbal es una ciudad que ha vivido de la pesca desde tiempos inmemorables, pero a finales del siglo XIX, debido al crecimiento de la industria conservera (surgieron decenas de fábricas de conservas de pescado, principalmente sardinas) la región se desarrolló y su población se multiplicó hasta convertirse en 1910, en la tercera ciudad del país con mayor número de residentes.

Hasta el año 1995, era una ciudad de carácter industrial, sin embargo, hoy poco a poco va transformándose en un destino turístico. Los barrios más industriales, como la zona de Fontainhas, han dado un giro y se percibe una rehabilitación urbana, a la que todavía le falta mucho trabajo, pero ya apunta maneras.

 


Visita a la ciudad de Setúbal, ¿qué ver?

Nuestro Airbnb estaba en una de las calles más pintorescas del centro donde todavía se puede respirar vida de barrio. La gente se conoce y se saluda, y las tiendas son por lo general negocios propios o tiendas familiares. La única franquicia que vimos además del McDonald fue un Ale-Hop.

El primer día desayunamos en la cafetería de a Madalena que nos pillaba debajo de casa y siempre estaba de animada charla con alguna clienta. Mientras nos sirve los Galãos (el café con leche en vaso alto, de desayuno) y un par de cruasán mixtos con los que ya has comido para todo el día, vamos preparando el itinerario que es, ninguno.

 

 

El centro de la ciudad tiene el tamaño perfecto para recorrerse a pie, y la mayoría de las calles son peatonales así que el paseo es muy agradable. Queremos perdernos por sus callejuelas con el famoso adoquinado pombalino sin necesidad de abrir Google Maps y así, empaparnos de la esencia de la ciudad.

 


 

 

Mientras andamos vamos descubriendo las coloridas fachadas de los edificios, algunas mantienen los característicos azulejos, otras cuentan con pequeños balcones donde se cuelga la ropa íntima sin complejos. Desembocamos en placitas pequeñas, en otras más grandes, y si en algo coincidimos en nuestras primeras impresiones es que parece que el tiempo se ha detenido en la ciudad.

Probablemente la pandemia ha tenido que ver, pero en el centro de Setúbal se respira ese contraste entre la ciudad que fue (una ciudad de pescadores e industrial) y la ciudad turística que será. Setúbal está en pleno cambio y yo me pregunto, ¿se echará de menos la decadencia del Portugal más auténtico y menos glamuroso, cuando llegue el postureo y las mismas franquicias que inundan ya todas las grandes ciudades?

 

La encantadora plaza de Bocage

Aquí hay un bar de tapas donde se puede por ejemplo probar el famoso choco frito (y está muy bueno) que se llama Móscatel de Setúbal Experience (Praça de Bocage 49, 2900-277 Setúbal, Portugal). También encontrarás la Casa de Turismo que no tiene pérdida porque es uno de los edificios más bonitos con fachada azul.

 

 

 

El Museo o Convento de Jesús

La entrada es gratuita y merece la pena entrar pues se considera uno de los primeros ejemplos del estilo Manuelino en Portugal. Se terminó de construir en 1500.

 

 

El Mercado do Livramento

Continuamos nuestro paseo por la Avenida Luisa Todi hasta esta histórica lonja que merece una especial atención. El edificio, inaugurado en 1876 fue durante décadas el epicentro del abastecimiento de los sadinos o setubalénses, de ahí su gran tamaño, (se fue ampliando y restaurando hasta 1930).

Merece la pena entrar para maravillarse con los preciosos azulejos que decoran su interior, y con el género que hay expuesto tanto de fruta, como de verduras y pescado fresco a muy buen precio. Prácticamente el 90% de los puestos estaban regentados por gente que se nota que lleva allí toda la vida. ¿Habrá remplazo generacional? ¿Está desapareciendo la cultura de mercado y somos más de “Mercadona”?

Dejando a un lado estas reflexiones… ¡Date el gustazo de llevarte algo! Nosotros nos decantamos por una variedad de quesos del Alentejo que estaban muy buenos.

 

 

La Avenida José Mourinho

Si continuamos nuestra ruta por la Av. Luisa Todi y cruzamos a la calle paralela hacia el río, llegaremos a otra avenida muy famosa, por el personaje que lleva su nombre y que nació en Setúbal, la Av. José Mourinho.

Esta calle recorre el puerto de pescadores hasta la única playa urbana que tiene Setúbal, la playa da Saúde. Si has metido en la maleta las zapatillas de correr esta zona es perfecta para salir a trotar al caer la tarde. También tiene una zona de parque con mucha sombra y unas preciosas vistas al río Sado perfectas para montar un picnic, y después darte un buen baño.

Acércate a la hora de comer para probar el pescado o el marisco de la zona en las tascas que están al lado de la bolera (Baluarte do Rio, Tasca da Fatinha, Casa do Mar…)

 

 

 

 

Dónde disfrutar de la mejores vistas de la bahía de Setúbal

Hay dos sitios que debes visitar, por un lado el Miradouro de Sao Domingos está en la parte alta de la ciudad, no tiene pérdida, solo tienes que seguir la calle de los adoquines de colores. Después de pasar por un arco, llegas a un templete con columnas desde donde podrás admirar la belleza de la había y la península de Troia.

 

 

 

Otro imprescindible, pero que requiere coger el coche, es la fortaleza de San Felipe. La visita es gratuita y merece la pena no sólo por la historia que esconde, sino porque las vistas a la bahía son inmejorables y tienen una preciosa terraza al aire libre donde sentarte a tomar algo.

El castillo se construyó en 1590 por orden de Felipe I El Hermoso (os suena porque se casó con Juana La Loca) para detener un ataque del ejército inglés sobre la Armada Invencible y para disuadir a los patriotas lusos de emprender acciones contra el dominio español. Además, cuenta con una preciosa capilla que está decorada en su totalidad con azulejos del siglo XVIII que relatan la vida de San Felipe.

 

Las playas de Setúbal

Caminando desde el centro de Setúbal puedes llegar perfectamente a la playa fluvial da Saúde como en 15 o 20 minutos. ¿Cuál es el problema? Pues que es una playa bastante estrecha y por lo que nosotros vimos, se llena sobre todo el fin de semana. Como punto a favor, lo mencionaba antes, puedes plantar la toalla en los jardines del Passeio Beira Mar, que están un poquito antes de la playa, tienes sombra y más espacio.

 

 

Pero las opciones más interesantes de playa son Figueirinha, Galapinhos y Galapos que están ya en la parte del Parque Natural da Arrábida. Esta zona es de gran valor natural y precisamente por eso, en verano cortan la carretera de 8 a 20h y solo se puede acceder en moto o en autobuses que salen del centro de Setúbal.

A la única playa que se puede acceder en coche es Figuerinha. Por comodidad, porque íbamos con el bebé estuvimos un par de días en esta playa. Tiene parking y cuando está lleno, te toca esperar a que alguien salga para que tu puedas ocupar su plaza. La verdad que siempre encontramos cola para entrar, pero iba bastante rápido.

La playa está muy bien porque es ancha, grande, de arena finita… El agua no te voy a mentir porque está bien fresca, pero es revitalizante, sales nuevo. Tiene sus chiringuitos, e incluso zona de sombrillas y hamacas que cuestan unos 10€ el medio día. Merece la pena. Puedes descargarte la APP de las playas de la Arrábida para más información sobre horarios de buses, servicios, etc.

 

 

Excursiones de día desde Setúbal

Parque Natural de la Sierra de Arrábida

Clasificado como Sitio de Especial Interés para la Conservación de la Naturaleza, la mezcla que se produce entre el azul del mar y el intenso verde de su paisaje lo convierten en el lugar perfecto para desconectar y llenar los pulmones de oxígeno.

El senderismo o los paseos en bicicleta son una fantástica opción para conocer bien la sierra, ya que existen varias rutas de diferentes niveles de dificultad. Otra opción que fue la que elegimos nosotros, básicamente por la logística de viajar con un bebé, es explorarla el coche. Para ello hay que coger la carretera que discurre por la parte superior del parque (no por la de las calas que ya hemos dicho que está cerrada) en dirección a Sesimbra.

Es una auténtica gozada coger cada curva porque te permite disfrutar de unas vistas extraordinarias de la bahía. Por el camino, además de ir pasando por varios miradores, te encontrarás con el Convento de Nossa Senhora da Arrábida que está enclavado en la ladera la montaña, en un lugar privilegiado y que transmite un aura especial. Se puede visitar concertando la visita previamente por internet.

El punto más alto está en la Sierra de Risco, un magnífico acantilado de 380 metros de altura que se precipita sobre el mar y desde donde se puede apreciar una inolvidable vista panorámica del Atlántico.

 




 

Si coges la carretera al caer la tarde, a la vuelta puedes parar a cenar en Portinho da Arrábida, un pequeño pueblecito marinero con un precioso muelle, y varios restaurantes con muy buena pinta. Estaba todo a tope, así que como consejo reserva antes.

 



 

Península de Troia y Comporta

Ya lo conocíamos y precisamente por eso quisimos volver, y volveremos. Esta zona es una locura de bonita. Para llegar a la península de Troia desde Setúbal, tienes dos opciones, o coger el ferri o el catamarán. Este último (podéis mirarlo en el mapa del principio del post) te deja directamente en la marina del pueblo de Troia (es solo para pasajeros) y si te decantas por el ferri, desembarcas en mitad de la península, en el lado del río Sado, y puedes ir con el coche.

Tanto uno como otro, salen desde la estación marítima de Setúbal que no tiene pérdida y lo hacen más o menos cada hora. Tardas unos 20 minutos en llegar y el precio por ejemplo para dos pasajeros con coche (los niños pequeños menores de 5 años no pagan, te sale por unos 27€). Si compras el billete de catamarán te sale por 7,70€ cada uno ida/vuelta. Aquí tienes toda la información y los precios actualizados https://www.atlanticferries.pt/

Nosotros el primer día fuimos en el ferri con el coche porque queríamos por la tarde darnos una vuelta por Comporta y cenar allí. El ferri nos dejó en la cara de la península que da al Río Sado y desde allí  fuimos a la zona de la Praia Tróia Mar, que es donde están los hoteles y el casino. Ojo porque aquí no hay mucha plaza de aparcamiento gratuito y tuvimos que dejar el coche en el parking de un hotel que nos costó un ojo de la cara. Estuvimos más de medio día y nos salió por unos 20€, pero no había otra opción.

La playa de Troia es inmensa y merece la pena andar un poco por las pasarelas de tarimas que se elevan sobre las dunas para salirse un poco de la zona más cercana a la población que es donde se agolpa la mayoría de la gente. En cuanto andas un poquito ya encuentras una playa enorme y salvaje para ti. ¿Qué es lo mejor que tiene esta bahía? Cuando la marea está baja se puede acceder prácticamente andando a los bancos de arena que parecen surgir del agua en forma de pequeñas islas paradisiacas. Lo mejor para poder pasar todo el tiempo que quieras en tu propia isla de arena blanca y aguas cristalinas es alquilar una pequeña embarcación. Este plan te puede salir por unos 200€ el medio día con skipper (gasolina a parte).

Otro de los encantos de este destino es que se pueden avistar delfines, de hecho hay muchas empresas que te ofrecen el recorrido en barco durante al menos 3 horas para verlos. Nosotros no hemos visto ninguno, pero tampoco hemos hecho la excursión.

 


Por qué no nos gustó Comporta

Ese día a media tarde cogimos el coche y nos fuimos hasta Comporta que está como a unos 15 minutos. Estuvimos hace por lo menos 5 años alojados en un camping al lado de la playa y puedo afirmar que es una de las mejores playas que recuerdo. En esta ocasión queríamos visitar el pueblecillo y a poder ser cenar allí. El pueblo es muy pequeñito y realmente hay vida en dos calles, me recordaban un poco al rollo que respira Tarifa. Tienen locales montados con muy buen gusto, y una Casa de la Cultura que han transformado en un pequeño mercado artesanal con puestecillos muy boho-chic.

La idea era cenar al aire libre en alguno de los pocos sitios que encontramos libres, pero nos fue completamente imposible. Al caer la tarde, nos comieron literalmente los mosquitos, no había manera de cenar, así que con las mismas cogimos el coche de vuelta a Setúbal. No sé si será siempre o nos pilló justo un día malo, pero como consejo, si vas a Comporta a cenar llévate repelente y cubre tu cuerpo de arriba abajo todo lo que puedas.

 


 

Reserva Natural do Estuário do Sado

Esta zona es una de las más importantes para la observación de aves acuáticas, llegando a acoger el invierno cerca de 50 mil aves. Incluye un observatorio.

Merece la pena visitar el Moinho de Maré da Mourisca, es uno de los cuatro molinos de mar de la zona que estuvo funcionando durante 250 años para molir el cereal y para la producción de harina. Desde este punto salen también varios recorridos a pie de dificultad baja para conocer el entorno. Se ofrece también apreciar el esturio con salidas en barco.

Las visitas son gratuitas pero se requiere cita previa a este email: turismo.setubal@mun-setubal.pt



 

Otra visita imprescindible es a Lisboa, pero eso ya merece un post exclusivo. 😉

Si quieres más información sobre Setúbal aquí tienes la web de turismo, así como la de Lisboa.

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