No hace falta decir que Barcelona es una ciudad súper vanguardista con un patrimonio monumental y artístico espectacular, que cuenta con mogollón de espectáculos de primer nivel, el bonus de la playa (que ayuda en cualquier época del año sobre todo para los que somos de la capital), y congresos súper punteros que llenan las plazas hoteleras año tras año… Supongo que como todo, no es lo mismo vivirla diariamente, que ir de visita el fin de semana, pero cada vez que la conozco mejor, me gusta más y más.
Tengo muchos y muy buenos recuerdos en Barcelona. En el Estadio Olímpico hace unos años viví uno de los conciertos más brutales a los que he asistido, el de Coldplay. Por motivos de curro he cubierto varios años seguidos la Barcelona Bridal Week, la cita con la moda nupcial más importante a nivel mundial y he organizado varios años seguidos un showroom de boda muy molón en los que he tenido la oportunidad de trabajar con gente muy bonita. También desde una de las terminales del puerto de Barcelona embarque en mi primer viaje en crucero por el Mediterráneo. Me acuerdo de que ya había caído la noche cuando desde la cubierta más alta del barco nos despedíamos de la ciudad con todo el cielo cubierto de estrellas, una experiencia preciosa.
Para mi, Barcelona es una ciudad seductora, cosmopolita, cómoda, cuidada, y limpia. Da gusto pasear por sus manzanas cuadriculadas con sus edificios de fachadas modernistas o, por Las Ramblas siempre a tope de turistas, perderse por barrios tan diferentes y tan auténticos como el barrio de Gracia, el Gótico ó el Born. Parar a tomar algo en una terracita, acercarse hasta la Barceloneta o Poblenou para disfrutar del ambiente más pintoresco…
Barcelona ha sabido engrandecer su pasado sin olvidar por ello sus apuestas de futuro. Me gusta como combina vanguardia y tradición, como todavía encuentras esa vida de barrio tan auténtica con comercios pequeñitos que estamos perdiendo en otras ciudades, pero si quieres innovación y futuro solo tienes que desplazarte hasta la zona de Les Glóries, donde el edificio de oficinas del arquitecto francés Jean Nouvel al caer la noche, enciende sus 4500 leds generando sugerentes dibujos en la fachada. Todo un espectáculo nocturno.
En esta escapada a la Ciudad Condal, tenía algo que celebrar ¡mi 35 cumpleaños! Con la excusa he aprovechado para empaparme de la obra de uno de los artistas más emblemáticos de la ciudad, un visionario del arte total, Gaudí.
Para no tener que hacer colas, si puedes organizarte con un poco de antelación te recomiendo comprar las diferentes entradas en el portal Visit Barcelona pues te permite escoger entre más de 250 actividades y comprar tus entradas con descuentos.
Sea o no tu primera vez en Barcelona, no puedes dejar de visitar estos espacios, icónos de la ciudad y del modernismo catalán. Su visita merece completamente la pena. ¿Empezamos?
Palau de la Música Catalana
Aunque por fuera el edificio ya es espectacular, por dentro es un auténtico goce para los sentidos. Cogimos una de las visitas que te ofrecen guiadas y que te van explicando la historia mientras te enseñan las diferentes salas. Se empieza en el precioso foyer, continúa en la terraza conocida como el «Jardín de las Flores» y termina en el auditorio principal donde tuvimos la suerte de coincidir con un coro de niños que estaban ensayando.
Es junto con el hospital de Sant Pau, la obra cumbre de Lluís Domènech i Montaner, el profesor de Gaudí y una de las figuras fundamentales del modernismo catalán.
El Palau es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y el auditorio más popular de Barcelona, fue construido entre 1905 y 1908. Además de la arquitectura destaca el uso de las esculturas, vidrieras y cerámicas con predominio de los motivos florales y un gran colorido.
El escenario está presidido por un espectacular órgano y lo que más llama la atención son las decoraciones y el fabuloso techo que para que aportara luz natural al auditorio se cubrió con una gran claraboya rectangular de la que se descuelga como una gota una campana invertida de vidrio.
Una verdadera joya que merece la pena admirar con detenimiento.
La Pedrera o Casa Milá
Recién casados, la familia Milá decidió encargar a Gaudí la construcción de su residencia en el paseo de Gracia. Este ya había adquirido gran popularidad en Barcelona como arquitecto de la Sagrada Familia y otras residencias de la burguesía catalana y aquí, quiso proyectar su obra civil más personal.
La sociedad barcelonesa y los dueños del inmueble, no supieron entender la obra del artista y terminaron enfrentados, bautizándose al edificio de manera despectiva como pedrera (cantera) por sus formas ondulantes.
Dicen que es un edificio de una audacia impropia de la época. Un escenario casi onírico, repleto de formas, texturas y brillos diversos inspirado a partir de la naturaleza. Como novedades para la época, Gaudí ubicó en el sótano uno de los primeros aparcamientos para coches y los ascensores.
Además del patio principal, se puede visitar la preciosa azotea con los badalots o cajas de escalera, sus torres de ventilación y chimeneas que parecen cascos de guerreros, el desván donde se situaban antiguamente los lavaderos y tendederos y uno de los pisos que recrea el ambiente con los muebles de la época.
Te aseguro que no has visto nada igual. La imaginación del artista es algo único.
Park Güell
La historia del parque es muy interesante porque se proyectó como una urbanización super VIP, a imagen y semejanza de las ciudades jardín que se estaban construyendo en el año 1900 en Inglaterra. El proyecto del diseño de las zonas comunes de la urbanización se lo propuso Eusebi Güell a Gaudí quien construyó los pabellones de la entrada (administración y conserjería), el calvario que culmina el parque, el mercado, la escalinata, la gran plaza y la red de caminos. Rodeada de un muro de seguridad, la urbanización disponía de 60 parcelas en la que cada propietario podía construir su vivienda respectando una serie de normas.
Las zonas comunes de la urbanización iban a estar llenas de color y alegría, entre otras cosas, gracias a la técnica del trencadís que con fragmentos de cerámica de colores y texturas diversas se empleó para realizar dibujos en muchos de los elementos decorativos. Entre ellos el banco ondulado diseñado por Josep Mª Jujol, y es una de las primeras obras abstractas.
El proyecto urbanístico fue un fracaso pues solo se vendieron dos parcelas. En 1922 el Ayuntamiento adquirió el complejo y lo convirtió en parque público.
Me quedé un poco sorprendida en esta última visita porque ahora para acceder a la zona del mirador donde están los bancos también que pagar entrada y los tickets tienen una hora concreta de entrada.
La Sagrada Familia
No la he puesto al principio de la ruta porque solo pude verla por fuera, cuando quisimos comprar las entradas para ese mismo día, ya no quedaban. Así que es importante que, si no queréis quedaros sin verla, planifiquéis esta visita lo primero.
Gaudí entrego los últimos 40 años de su vida a esta obra de dimensiones catedralicias llena de simbolismo. Dicen que igual terminan las obras en 2025, empezaron en 1882.
Casa Vicens
Una auténtica sorpresa. La Casa Vicens no lleva mucho tiempo abierta al público y es todo un tesoro por descubrir. Se trata de la primera obra importante de Gaudí, la casa unifamiliar de veraneo de la familia Gràcia que construyó entre 1883 y 1888.
Con un colorista revestimiento cerámico exterior y ornamentación que se inspira en la flora del lugar, el interior es mágico, es como entrar en una casa de cuento. Los techos de madera policromada están adornados con temas florales, las paredes parecen estar en 3D pues reproducen cañas, rosales, mocárabes como en Granada…
También tiene una pequeña azotea. Lo que más me gusto fue una de las terrazas con sus cerramientos…
En esta ruta de Gaudí, faltarían por añadir otras obras, pero sin duda la más importante es la Casa Batlló. No fuimos a verla porque estaban restaurando la fachada y aunque por dentro sí se puede visitar, preferimos dejarlo para una próxima visita.
No dudes en consultar el portal www.visitbarcelona.cat para organizar el viaje. Y si quieres una guía útil en el móvil descárgate la APP de turismo de Barcelona.
